La negociación colectiva es un derecho fundamental, puede ser considerado como un mecanismo de diálogo entre empresa y trabajadores con el fin de lograr acuerdos relacionados con los salarios, la jornada, la capacitación profesional, la promoción, la seguridad, la igualdad y, en definitiva, proporcionar unas condiciones de trabajo adecuadas en un clima favorable.
El objetivo de la negociación colectiva es desarrollar y aplicar un convenio colectivo en el que se regulen las condiciones de empleo de un determinado grupo de trabajadores. La finalidad es crear una relación laboral en el que se cumplan los derechos y obligaciones que, tanto empresa como trabajadores tienen, siendo conscientes, asumiendo responsabilidades y eliminando cualquier tipo de desigualdad o discriminación. Por otra parte, la negociación colectiva pretende ampliar la seguridad y protección laboral en todo el sentido de la palabra.
¿Cuáles son las ventajas de la negociación colectiva?
- Mejora del clima laboral. Al llegar a acuerdos sobre las condiciones de trabajo relacionadas con aspectos que incumben a todos los empleados como el salario, la distribución horaria, la igualdad o la seguridad, mejora el clima y el funcionamiento de la empresa. Saber que se puede negociar y que ambas partes, empresas y trabajadores, están abiertos al diálogo, permite que las relaciones fluyan y sea mucho más fácil alcanzar acuerdos.
- Representación de los trabajadores. Al pertenecer a un sindicato, todos los miembros de la empresa están representados y si se llega a algún acuerdo, repercute y beneficia a todos. además, todas las partes están en conocimiento de los procesos y de los pasos que se vayan dando para obtener un determinado fin, esto favorece que pueda redirigirse el procedimiento o se pare en un momento dado, con el fin de que todos los involucrados estén conformes.
- Equilibro. Se desarrolla una relación constante en la que se van estableciendo políticas y normas que cada colectivo en general y, cada miembro de la empresa en particular sabe cuál es su responsabilidad, pero también conoce cuál es la de los demás. Así reconoce qué puede ofrecer y qué tiene que esperar.
- Solidaridad. Si no existe un sindicato, los trabajadores están sujetos a las directrices y normativas del jefe o director. Es más difícil alzar la voz de las minorías sin una representación y las contribuciones de propuesta de mejora pueden pasar desapercibidas. Si en momentos donde la empresa pasa por una situación de dificultad donde los trabajadores resultan perjudicados y todos deciden unirse y luchar por sus derechos y bienestar común, toman la fuerza de un gran trabajador capaz de negociar y dialogar con la organización y llegar a acuerdos que equilibren los beneficios de todas las partes.
- Aclarar los puntos de negociación. Si entre empresa y trabajadores van poniendo sobre la mesa los aspectos más relevantes y por los que tienen que alcanzar acuerdos, estarán agilizando el proceso de negociación colectiva y el funcionamiento general de la organización.
Si el trabajador logra alcanzar unas condiciones que son justas para él, donde su desempeño está valorado, tiene unos tiempos de descanso apropiados, está en igualdad frente al resto de sus compañeros y dispone de una correcta seguridad laboral tanto física como económica, sentirá que el tratamiento está siendo justo y desempeñará sus funciones de manera más productiva y motivada. Esta actitud por parte del trabajador beneficia a la empresa, puesto que observará como aumenta el rendimiento general de la organización y, además, se desarrollará un clima pacificador en el cual la incorporación de nuevas medidas y políticas de actuación podrán negociarse y pactarse sin necesidad de que deriven en desencuentros entre los trabajadores y la empresa.
