Las 10 claves de la dirección por objetivos

Las claves de la dirección por objetivos requiere de una planificación realista y la consecución de retos, pero siempre y cuando sean alcanzables. Lejos de procurar ser más exigente y presionar a los empleados en su desempeño laboral, la dirección por objetivos tiene como finalidad mejorar las funciones y actividades de los directivos y el desempeño de una organización.

A continuación, os exponemos las 10 claves de la dirección por objetivos.

1. Establecer objetivos definiendo las funciones de la organización. Debe existir un cierto grado de autoridad para la toma de decisiones, donde queden clarificados los objetivos y la toma de decisiones en cuanto a las líneas de acción. Esta autoridad no tiene que ser exclusiva de un solo responsable, si no que puede ser compartida entre diferentes miembros y departamentos.
2. Objetivos coherentes y armonizados. En cuanto a coherencia no solo se refiere a que sean alcanzables, además, deben complementarse y planificarse entre todos los miembros de la empresa. El motivo principal de esta armonía de metas consiste en que la suma de todas las partes nunca puede ser superior o inferior al todo.
3. Objetivos a corto, medio y largo plazo. La visión de continuidad y supervivencia de una empresa no suele marcarse a corto plazo, por lo tanto, los objetivos previstos tampoco deberían serlo, o al menos no exclusivamente. Hay tareas, metas y retos que pueden planificarse su logro y consecución satisfactorio a medio y largo plazo. Marcarse objetivos más lejanos en el tiempo, no supone alcanzar logros a corto plazo, sino que es perfectamente complementario.
4. Objetivos cuantitativos y cualitativos. Los objetivos no tienen por qué ser únicamente medidos en valores o cifras, estos también pueden serlo a nivel cualitativo en cuanto a logros de planificación, estructuración y satisfacción.
5. Antes de marcar un objetivo conocer los recursos. Cuando la organización va a planificar los objetivos, primero debe saber con qué recursos se cuenta a nivel general como empresa y a nivel particular como trabajador. Por lo tanto, es una inversión de tiempo y esfuerzo perdido aspirar a metas donde los recursos disponibles son escasos.

6. Realizar una planificación. Las planificaciones y programaciones suelen ser efímeras en el tiempo, pues están sujetas a diversos cambios, sin embargo, esto no puede suponer no planificar los objetivos. La premisa es marcar metas con una actitud de trabajo y adquisición flexible.
7. Compromiso. La mejor manera de contar con el compromiso de todos los trabajadores para alcanzar los objetivos es haciéndolos partícipes e involucrándolos en la medida de sus posibilidades. Si la plantilla, independientemente al departamento que pertenezca, no conoce cuáles son los objetivos que se plantea la organización, será muy complicado que trabaje orientado a su consecución.
8. Objetivos para todos los niveles jerárquicos dentro de la organización. En relación con el anterior punto, está bien que todos los empleados conozcan los objetivos generales, pero, además, se les deberá proporcionar para lograr, una serie de objetivos específicos acordes a cada departamento al que pertenezcan. Como dijimos en otro apartado el logro de las metas generales no debe ser mayor que la suma de cada una de sus partes.
9. Objetivos operativos. No es extraño que, en muchas ocasiones, las empresas se marquen objetivos que no llevan a ninguna parte y no tienen una clara funcionalidad. Tanto los objetivos cuantitativos como los cualitativos deben ser verificables y claros. A pesar de su forma, todos los objetivos han de ser medibles y evaluables.
10. Conceder a los objetivos la importancia que tienen. No se les debe conceder más valor a los objetivos de la que tienen, ni tampoco, al contrario. Es importante saber establecer un equilibrio entre la prioridad del logro del objetivo sin descuidar otro tipo de tareas que también son significativas.

Los objetivos se deben establecer a partir de los medios disponibles, y no como consecuencia de los deseos.

Llevar a cabo un sistema de dirección por objetivos es un proceso que no se hace de la noche a la mañana. Es un proceso paulatino en donde toda la organización tiene que implicarse si queremos que estas claves de la dirección por objetivo tengan éxito.